La condición humana

Hola ! otra vez más dejo un texto, extractado de una charla de Silo, en el que se exponen aspectos históricos-sociales y de la evolución del ser humano, de la conciencia humana...
Y lo hace con un punto de vista que me parece muy interesante...
Te invito a seguir leyendo...


un afectuoso abrazo,


..../"Grandes dificultades se le han presentado al ser humano en su camino: guerras, enfermedades, catástrofes naturales, inquisiciones, oscurecimiento general de la conciencia… parecería que a costa de grandes esfuerzos, de siempre renovados intentos de superación del sufrimiento, ha logrado seguir su camino.
Muchas especies se extinguieron antes que él, especies aparentemente más poderosas, más fuertes, mejor adaptadas. ¿De qué camino se trata?. ¿De una enconada y persistente lucha por la conservación de la especie?. ¿De una carrera de progreso tecnológico indefinido que apunta a la nada?. ¿De una sucesión de generaciones para las cuales el mayor objetivo es la apropiación del poder?. ¿De una pasión inútil en la cual los individuos nacen y mueren sin haber comprendido el sentido de esa vida y de esa muerte?
Considerar la existencia de una intencionalidad evolutiva universal nos hace comprender mejor el camino del ser humano y también su posible destino.
Ensayemos esta hipótesis: “la especie humana evoluciona hacia el amor y la compasión”.
Si interpretamos la historia humana desde ese punto de vista, podemos claramente individualizar momentos evolutivos y momentos regresivos.
Y también elegir entre posibilidades, como siempre ha hecho el hombre en la historia, independientemente de la época en que su vida se desarrollaba y de su condición cultural y social. Este es el profundo sentido de la acción humana, que va más allá de la efectivización de los proyectos particulares, inmersos en la propia dimensión individual -temporal.
Esto es lo que marca una profunda diferencia entre aquellos que trabajan para superar el sufrimiento en si mismos y en los demás y aquellos otros, que aparecen como indiferentes ante el dolor ajeno. Unos en sintonía, otros a contramano del proceso histórico mayor.
Estamos hablando de acumulación histórica, de correntada evolutiva, de la invitación a percibirse como el ser histórico y social que uno en realidad es.
En este momento lo más importante es la posibilidad de que esta acumulación histórica produzca un cambio significativo en el ser humano. Los procesos acumulativos suelen producir -en ciertos momentos -saltos de cualidad.
Si bien desde el punto de vista biológico no se advierten cambios de importancia en los últimos 10.000 años, puede ahora surgir en el hombre una voluntad de transformación de la propia estructura de su conciencia.
Es posible el intento de querer transformarse a si mismo, modificando el modo de pensar y el modo de estructurar lo que llamamos realidad.
Es posible una modificación en el funcionamiento de los resortes profundos de la conciencia, impulsada por la acumulación del proceso histórico. Esta tendencia es detectable. Uno puede detectarla en uno mismo y en los demás, en el comportamiento, el enfoque, y el modo de plantear los problemas individuales y sociales.
En esta época el ser humano ha comenzado a cambiar su estructura corporal: modifica sus tejidos, huesos, órganos, etc., implanta nuevas prótesis y en breve comenzará a modificar su estructura genética.
Pero una modificación de mayor envergadura está en ciernes: la de la intencionalidad de su conciencia."

(extractado de la charla "La situación mundial y la condición humana" - Silo - Mendoza, Argentina,  2003)

Manifestaciones de la energía


Hola... ¿como estás? espero que muy bien...el tema de hoy está referido a las manifestaciones de la Fuerza, aclarando este capítulo cuestiones referidas al control de la Fuerza...y otras cuestiones que, quizá, te puedan interesar...


un afectuoso abrazo, Oscar


 El día séptimo.

1. Esta energía en movimiento podía “independizarse” del cuerpo manteniendo su unidad.

2. Esta energía unida era una suerte de “doble cuerpo” que correspondía a la representación cenestésica del propio cuerpo en el interior del espacio de representación. De la existencia de este espacio, así como de las representaciones que correspondían a las sensaciones internas del cuerpo, las ciencias que trataban sobre los fenómenos mentales no daban noticia suficiente.

3. La energía desdoblada (es decir: imaginada como “afuera” del cuerpo o “separada” de su base material), se disolvía como imagen o se representaba correctamente dependiendo de la unidad interna que tuviera quien operaba así.

4. Pude comprobar que la “exteriorización” de esa energía que representaba al propio cuerpo como “afuera” del cuerpo, se producía ya desde los niveles más bajos de la mente. En esos casos sucedía que el atentado contra la unidad más primaria de la vida provocaba esa respuesta como salvaguardia de lo amenazado. Por ello, en el trance de algunos médiums cuyo nivel de conciencia era bajo y cuya unidad interna estaba en peligro, estas respuestas eran involuntarias y no reconocidas como producidas por ellos mismos sino atribuidas a otras entidades.

Los “fantasmas” o “espíritus” de algunos pueblos o de algunos adivinos no eran sino los propios “dobles” (las propias representaciones), de aquellas personas que se sentían tomadas por ellos. Como su estado mental estaba oscurecido (en trance), por haber perdido control de la Fuerza, se sentían manejadas por seres extraños que a veces producían fenómenos notables. Sin duda que muchos “endemoniados” sufrieron tales efectos. Lo decisivo era, entonces, el control de la Fuerza.
Esto variaba por completo tanto mi concepción de la vida corriente como de la vida posterior a la muerte. Mediante estos pensamientos y experiencias fui perdiendo fe en la muerte y desde entonces no creo en ella, como no creo en el sin-sentido de la vida.

(Capítulo IX del libro El Mensaje de Silo)